¡Entrena tu cuerpo ante las adversidades!

La Pura Realidad.

Durante una estancia en un local con el aire acondicionado alto sufrí una especie de contractura ligera o golpe de aire en la parte de la espalda, a la altura del trapecio que me impedía hacer giros de cuello con soltura. Fui al gimnasio a hacer unas series de espalda con pesos moderados, algunos jalones hicieron que disminuyera estas molestias.
Esto me hace pensar en la increíble capacidad adaptativa del cuerpo frente a situaciones adversas. Nuestro cuerpo es nuestro mejor aliado fisiológicamente y responde bien ante ciertos estímulos que recibe.

Según la teoría de la evolución de Darwin, las especies que sobreviven son las que se adaptan mejor al cambio. El homo sapiens dispone de una inteligencia (entre otras variables) que ha permitido superar infinidad de dificultades como el frío, curación de enfermedades (mediante la ciencia), etc.

Quiero decir que resulta imprescindible el conocimiento sobre nosotros mismos. El conocimiento de cómo reacciona nuestro cuerpo ante los estímulos que recibe y así poder evitarlos o realizarlos según nuestra conveniencia. En suma, adaptarnos.

Una persona con un mal mantenimiento físico será más vulnerable, y por tanto podrá sufrir mayores consecuencias negativas, ante un estímulo adverso. Por eso la importancia de los hábitos saludables, tu cuerpo estará mejor preparado para adaptarse al medio.

En conclusión,

1- Tomar conciencia de cómo los estímulos adversos nos repercuten para poder así mantenerlos a raya en la medida posible.

2- Fortalecer nuestro cuerpo mediante el ejercicio que nos preparará ante las posibles adversidades físicas o mentales.

3- Entrenar nuestro cerebro mediante actividades intelectuales y lecturas para incrementar el conocimiento sobre nosotros mismos y sobre el mundo externo.

 

José Carlos Núñez

Health Coach

Braquiación: herencia hominoidea. !Entrena tu espalda!

braquiacion

Según Arsuaga (2006), los hominoideos como grupo poseen un conjunto de rasgos heredados de un antecesor común relacionados con un peculiar modo de locomoción en los arboles que Arthur Keith (1866-1955) llamo “Braquiación”. Estos presentan una serie de adaptaciones para colgarse de las ramas con el tronco derecho, en lugar de caminar sobre las ramas a cuatro patas como hacen los demás primates arborícolas.
Como consecuencia, nuestros omóplatos se sitúan en posición dorsal en la espalda en vez de ser laterales y situarse a los lados del cuerpo. También cambia la forma del húmero cuya cabeza para la articulación con el omóplato se hace más globosa, mientras que la diáfisis (la parte media del hueso) se retuerce para que la cabeza del húmero mire hacia dentro en lugar de hacia atrás. La expansión del tórax hace que la clavícula sea más larga.

Todas estas modificaciones permiten una gran capacidad de movimiento del brazo por encima del nivel del hombro y que junto a la extensión de los brazos y la movilidad de la muñeca hace posible la braquiación.

Así pues, !entrenemos nuestras espaldas! !Es nuestra herencia ancestral!

Finalmente recordamos que un estado  de  musculatura débil en la espalda y en los músculos abdominales aumenta el riesgo de padecer dolores en la espalda. Entrenémoslos, eso sí, adaptándolos a las características personales como homo sapiens que somos.

Entreno de espalda:

3 series x 12 repeticiones de jalón polea al pecho

polea al pecho

3 series x 12 repeticiones de jalón tras nuca

68

3 series x 12 repeticiones jalón invertido

jalon invertido

3 series x 12 repeticiones jalón agarre neutro

polea-al-pecho-con-agarre-estrecho

Jose C. Núñez